Los materiales a utilizar son:
- Dos kilos de pasta cerámica sin horno.
- Barniz de color blanco, maíz y nogal.
- Arena, piedras y vasijas miniatura.
- Un espejo.
Paso a paso:
- Paso nº 1: Lo primero consiste en preparar la pasta. Para hacer el marco, estirar la pasta de 1 cm de espesor y cortar un rectángulo más grande que el tamaño del espejo que tengamos.
- Paso nº 2: Colorear toda la superficie con barniz blanco, y antes de que seque dar pinceladas formando vetas con los colores maíz y nogal.
- Paso nº 3: Ésta es la parte más creativa. ¡Tiene muchísimas posibilidades!. Para darle un toque rústico en algunas zonas, distribuir arena en forma de lluvia en algunas partes. Sobre la arena colocar piedras pequeñitas y pasar el palo de amasar para integrar en la pasta.
- Paso nº 4: Calar un rectángulo interno para luego poder colocar el espejo, en este caso desplazado hacia un ángulo.
- Paso nº 5: En uno de los ángulos del marco, incrustar las vasijas en miniatura y dejar secar.
- Paso nº 6: Pegar el espejo en la parte posterior.
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